Mi estúpido adorable.

Estoy enfadada contigo.

El recuerdo de tus besos en mi espalda no me deja estudiar. ¿Serías tan amable de apartar de mis oídos esa dulce voz que hace que me estremezca? Eres un estúpido. No dejo de imaginar tus manos en mi cuerpo, tus labios en mi cuello, tus ojos en los míos. Ahora estoy sonriendo, por tu culpa. ¡Eres un estúpido! Me has hecho recordar lo mucho que te quiero y te deseo. Lo has conseguido, no puedo estudiar.

Por tu culpa, ahora te echo de menos.



La historia de una chica que se olvidó de sí misma.

1.
     Después de tanto tiempo en esa isla, alejada del mundo y de sí misma, no pudo evitar echar un vistazo hacia atrás. La ciudad emergía de entre las aguas, sus edificios tocaban el cielo e imponían con su ancha envergadura. Ella recordó lo complicada que era la ciudad: la gente complicada, la vida complicada. 
     Podríais llegar a la conclusión de que ella era feliz en su isla. Pero eso no era así. Echaba de menos a los suyos. Desde esa pequeña isla transparente, podía ver como sus amigos reían sin ella.
"Se han acostumbrado a mi no existencia."

2. 
     Sus labios dibujaban una sonrisa mientras andaba por el agua cristalina. Decidió volver. ¿Cuánto tiempo había pasado sola en aquella isla? Ni siquiera ella lo sabía.
     Cuando llegó, sus amigos la recibieron con gusto, besos y abrazos. La miraron expectantes  esperando que dijese o hiciera algo. Pero ella no lo hizo. No sabía hacerlo, no recordaba cómo se hacía. No recordaba cómo era ser ella.



3.

     Avergonzada, volvió a su isla. Decidió buscar en su cabeza algún resquicio de lo que antes era. Y lo encontró. Sin embargo, lo que veía de ella le resultaba lejano, extraño. ¿Era otra persona? No, era ella. Sabía que ya no podía volver a ser así, que era imposible recordar cómo se hacía. 
     En su cabeza se veía a sí misma como una extraña.

"Tal vez debería dejar de intentar ser lo que era, olvidarme de la ciudad y ser lo que soy"


Recuérdame.

     Recuérdame quién soy y a dónde voy. Recuérdame cómo era y cómo debo ser. Recuérdame por qué sigo aquí. Recuérdame cómo hacía para ser feliz. Recuérdame cual era el camino. Dime cómo volver y con quién. Recuérdame cómo era ser yo. 

Me siento tan perdida...