'N...AT...A 16 m'


Abro los ojos sobresaltado. Hay demasiada luz. Mis ojos intentan cerrarse. ¿Dónde estoy? Huele a lluvia y a tierra mojada, pero hace calor y el sol me sonríe espléndido. Me encuentro tumbado en mitad de una carretera. No estoy en ninguna avenida ni en ninguna carretera del centro de una ciudad. Todo lo que hay a mi alrededor es campo, exceptuando una casa de piedra derruida a lo lejos. Me incorporo y es entonces cuando me doy cuenta de que estoy empapado de agua. ¿Cómo he llegado hasta aquí? 

Decido caminar carretera arriba, arrastrando mis deportivas repletas de agua. Tengo los calcetines encharcados, la camiseta pegada al pecho y mis pantalones vaqueros amenazan con rendirse frente a la gravedad. ¡Atchús!. Me asusto al pensar que no recuerdo nada anterior a encontrarme tumbado en el suelo. Tampoco recuerdo cómo me llamo. ¿Amnesia? Me quito la camiseta, en busca de heridas y repaso mi cráneo con las manos. No tengo ningún golpe, no me duele nada y parece que lo único que me hace estar físicamente mal es el resfriado que acabo de coger. Sigo caminando, quitando importancia al hecho de que no recuerde nada. 

Después de andar al menos una hora, me encuentro un coche en mitad de la carretera. Tiene un estado demacrado: una puerta ha sido arrancada y se encuentra varios metros detrás del coche, las lunas están reventadas, la tapicería está oxidada y la vegetación ha decidido hacer del vehículo su hogar. ¿Cuánto tiempo llevará este coche aquí? Miro hacia el horizonte y puedo ver que hay algunas señales de tráfico a lo lejos. Me apresuro hacia ellas. No puedo evitar torcer mi boca al ver que las señales se encuentran en peor estado que el coche que acababa de dejar atrás. 'N    AT   A 16  m'. ¿Qué ciudad puede ser esa? Tampoco importa, no me queda más remedio que ir hacia allá. No conozco ningún otro sitio al que ir.

Tras decidir abandonar mi camiseta mojada en la carretera y tras haber tropezado dos veces por culpa de mis deportivas hinchadas, consigo llegar a esa ciudad. Para mi sorpresa, la carretera principal está inundada, los altos pisos de viviendas se encuentran abandonados, hay cristales rotos por todos lados y la vegetación se ha desarrollado por todo el paisaje.

--¿Hola?--grito en busca de una respuesta. Pero solo escucho el eco de mi voz. Aquí no hay nadie. ¿Dónde está todo el mundo? Decido dejarme caer al suelo encharcado y cierro los ojos.


Podría seguir caminando, intentando buscar a otras personas, pero me da la sensación de que eso será imposible.

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